Los negociadores del ACTA de la Comisión llegó al Parlamento Europeo hoy en día 13, para informar al Parlamento sobre lo que pasó en la última ronda de negociaciones en Lucerna.
La habitación en la que la Comisión celebró la sesión informativa se mantuvo cerrada.
Sin embargo, la reunión en la que la información iba a ser dado fue declarado "en cámara", es decir: cerrado al público.
En la reunión , le pregunté si eso significaba que no había restricciones sobre cómo la información que se podría utilizar y difundir. En un primer momento la Comisión no parecía dispuesto a responder a esta pregunta con un sí recto o no, pero después de haber repitió la pregunta varias veces, finalmente salió y dijo que no iba a permitir que se extienda la información dada.
Entonces salió de la reunión, ya que no estoy preparado para aceptar la información dada en estas condiciones en este caso en particular.
No hay sensata razón por la cual las negociaciones del ACTA debe llevarse a cabo en secreto, o por qué los miembros del Parlamento Europeo no se debe permitir para discutir la información sobre el ACTA con sus electores.
El acuerdo ACTA se trata de la introducción de una legislación más estricta para hacer cumplir los derechos de propiedad intelectual tales como derechos de autor y patentes. Me parece la falta de transparencia que rodea a estas negociaciones completamente inaceptable.
En una democracia , las nuevas leyes deben ser hechas por los representantes elegidos después de un debate público abierto. No deben ser negociado a puertas cerradas por parte de funcionarios no electos de la Comisión, en un intento de mantener a los ciudadanos al margen del proceso hasta que sea demasiado tarde.
Según el artículo 218 (10) de el Tratado de Lisboa , la Comisión tiene el deber de mantener al Parlamento Europeo "de inmediato y plenamente informado en todas las etapas del procedimiento".
Para dar información verbal en una reunión a puerta cerrada, con ningún documento entregado, difícilmente califica como mantener el Parlamento "plenamente informado".
Es obvio que la Comisión no tiene intención de vivir ni trabajar de acuerdo con sus obligaciones en virtud del Tratado a la hora de informar al Parlamento.
Eso es una vergüenza.
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