Bruselas pide al Tribunal de Justicia de la Unión Europea que evalúe su legalidad
La movilización en redes sociales e internet contra el tratado global
antipiratería dio ayer sus frutos. La Comisión Europea, que negoció
junto a los países de la UE el texto, decidió pedir al Tribunal de
Justicia comunitario un estudio sobre su legalidad. "Pediremos al
tribunal que evalúe si ACTA es incompatible, y de qué manera, con los
derechos y libertades fundamentales de la UE, tales como la libertad de
expresión e información, la protección de datos y el derecho de
propiedad intelectual", aseguró Karel de Gutch, comisario de Comercio.
El acuerdo, firmado el mes pasado por 22 países, todavía no ha sido
ratificado. Para ello necesita la unanimidad de los países de la UE y el
aval del Parlamento Europeo, donde las críticas a la sección sobre
internet van en aumento.
Miles de manifestantes en Polonia o
Suecia, arropados por organizaciones de internautas, critican que el
acuerdo permitirá la persecución de los usuario sospechoso de copiar
material protegido por el copyright a costa de sacrificar importantes
derechos civiles. Para La Quadrature du Net, una de las asociaciones más
activas, el gesto de De Gucht es una maniobra de distracción que busca
aprobar el texto cuando amainen las críticas. "La Comisión siempre ha
rechazado llevar a cabo un análisis de impacto en las libertades
fundamentales, pero ahora está aterrorizada por las críticas ciudadanas y
ha decidido ganar tiempo", señaló la organización en un comunicado.
❝ El objetivo es ver si el texto es compatible con otros derechos fundamentales
El texto, hecho público tras años de negociaciones secretas, permite
que las compañías que ofrecen conexión a internet revelen ante las
sociedades de derechos de autor la identidad de usuarios sospechosos de
copiar o distribuir material protegido. Sin embargo, el texto no
incorpora la tutela judicial del proceso, un aspecto que acerca ACTA a
la ley Sinde o a la francesa Hadopi.
"ACTA no va a
cambiar nada de cómo se utiliza Internet o las redes sociales", insistió
De Gutch. "No va a censurar ni a cerrar sitios web, ni va a
obstaculizar las libertades en Internet ni la libertad de expresión",
defendió, "seguro" de que la justicia comunitaria lo verá de la misma
manera.
"Redacción vaga"
La
Comisión insiste en que ACTA no cambiará ninguna ley en vigor cuando
sea ratificado. Ese es, precisamente, uno de los temores de las
asociaciones de internautas, que han criticado la vaguedad del texto y,
si no cambiará nada, también su oportunidad. "Si redacción vaga puede
ser interpretada de muchas maneras represivas", aseguró Jeremie
Zimermann, portavoz de La Quadrature. Según las asociaciones, que han
convocado manifestaciones en varios países, ACTA es perjudicial no por
lo que impone, sino por las políticas que inspirará en los próximos
años.
En la Eurocámara, donde los socialistas y verdes han criticado el texto, la decisión de Bruselas de consultar al tribunal ha sentado bien. "El comisario ha reconocido que todavía hay muchas preguntas sin responder sobre lo que significaría implementar este acuerdo tal y como está escrito", aseguró el ponente de la negociación, el laborista británico David Martin. La Eurocámara debate en varias comisiones parlamentarias el texto y tenía previsto una votación en pleno en torno al verano. "Todo el proceso se ha congelado", reconoció Guy Verhofstadt, líder de los liberales. Fuentes de la Comisión reconocen que "de someterse pronto a votación, el texto tendría dificultades en salir adelante". Los jueces comunitarios se tomarán meses antes de decidir.
Fuente: Publico.es
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