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viernes, 24 de febrero de 2012

Las críticas al tratado ACTA paralizan su entrada en vigor


Bruselas pide al Tribunal de Justicia de la Unión Europea que evalúe su legalidad

La movilización en redes sociales e internet contra el tratado global antipiratería dio ayer sus frutos. La Comisión Europea, que negoció junto a los países de la UE el texto, decidió pedir al Tribunal de Justicia comunitario un estudio sobre su legalidad. "Pediremos al tribunal que evalúe si ACTA es incompatible, y de qué manera, con los derechos y libertades fundamentales de la UE, tales como la libertad de expresión e información, la protección de datos y el derecho de propiedad intelectual", aseguró Karel de Gutch, comisario de Comercio. El acuerdo, firmado el mes pasado por 22 países, todavía no ha sido ratificado. Para ello necesita la unanimidad de los países de la UE y el aval del Parlamento Europeo, donde las críticas a la sección sobre internet van en aumento.

Miles de manifestantes en Polonia o Suecia, arropados por organizaciones de internautas, critican que el acuerdo permitirá la persecución de los usuario sospechoso de copiar material protegido por el copyright a costa de sacrificar importantes derechos civiles. Para La Quadrature du Net, una de las asociaciones más activas, el gesto de De Gucht es una maniobra de distracción que busca aprobar el texto cuando amainen las críticas. "La Comisión siempre ha rechazado llevar a cabo un análisis de impacto en las libertades fundamentales, pero ahora está aterrorizada por las críticas ciudadanas y ha decidido ganar tiempo", señaló la organización en un comunicado.
❝ El objetivo es ver si el texto es compatible con otros derechos fundamentales
 El texto, hecho público tras años de negociaciones secretas, permite que las compañías que ofrecen conexión a internet revelen ante las sociedades de derechos de autor la identidad de usuarios sospechosos de copiar o distribuir material protegido. Sin embargo, el texto no incorpora la tutela judicial del proceso, un aspecto que acerca ACTA a la ley Sinde o a la francesa Hadopi.

"ACTA no va a cambiar nada de cómo se utiliza Internet o las redes sociales", insistió De Gutch. "No va a censurar ni a cerrar sitios web, ni va a obstaculizar las libertades en Internet ni la libertad de expresión", defendió, "seguro" de que la justicia comunitaria lo verá de la misma manera.

"Redacción vaga"

La Comisión insiste en que ACTA no cambiará ninguna ley en vigor cuando sea ratificado. Ese es, precisamente, uno de los temores de las asociaciones de internautas, que han criticado la vaguedad del texto y, si no cambiará nada, también su oportunidad. "Si redacción vaga puede ser interpretada de muchas maneras represivas", aseguró Jeremie Zimermann, portavoz de La Quadrature. Según las asociaciones, que han convocado manifestaciones en varios países, ACTA es perjudicial no por lo que impone, sino por las políticas que inspirará en los próximos años.

En la Eurocámara, donde los socialistas y verdes han criticado el texto, la decisión de Bruselas de consultar al tribunal ha sentado bien. "El comisario ha reconocido que todavía hay muchas preguntas sin responder sobre lo que significaría implementar este acuerdo tal y como está escrito", aseguró el ponente de la negociación, el laborista británico David Martin. La Eurocámara debate en varias comisiones parlamentarias el texto y tenía previsto una votación en pleno en torno al verano. "Todo el proceso se ha congelado", reconoció Guy Verhofstadt, líder de los liberales. Fuentes de la Comisión reconocen que "de someterse pronto a votación, el texto tendría dificultades en salir adelante". Los jueces comunitarios se tomarán meses antes de decidir.

Fuente: Publico.es

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