“Lamentablemente, no tuvo un accidente de coche por el camino”
Ese es el cariño que le profesan a Julian Assange sus perseguidores en Estados Unidos, según se desprende de un correo desvelado por WikiLeaks entre consultores que seguían la pista del activista australiano por medio mundo al enterarse de su arresto en Londres, de quien llegaron a decir que “necesita que le metan la cabeza en un water lleno de agua en Guantánamo”.
Pero eso es sólo un detalle de lo que se ha probado sobre la
operación de acoso y derribo contra Julian Assange. Porque intuirse, se
intuía que ahí había algo turbio. Ahora se sabe que, incluso antes de la
eclosión de los cables diplomáticos de WikiLeaks, Assange estaba siendo
seguido muy de cerca por Stratfor, y que antes de los cargos por abusos
sexuales se especuló con “detenerlo por cualquier motivo por la sospecha de su relación con los cables”.
Claro, que para los espías de la organización privada todo dependía en aquel momento de cómo estuviera el asunto de Bradley Manning, arrestado sólo un mes antes por pasar información a WikiLeaks. Según Stratfor, el FBI temía que el caso se convirtiera en un circo y casi preferían darle carpetazo cuanto antes. “Freírlo”, en palabras textuales. Tómese el significado del verbo como cada cual crea conveniente.
FUENTE: Nacion Red
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