José Ignacio Wert - Ministro de Cultura |
He estado defendiendo en los últimos meses que el gobierno del PP no cambiaría nada sustancial de las leyes hechas por el gobierno socialista, ni siquiera aquellas relacionadas con nuevos derechos y libertades públicas. Pensé y dije que no iban a tocar nada del matrimonio homosexual, que tan sólo iban a maquillar la ley del aborto y que no entrarían en otros temas sobre los que hicieron oposición en los últimos años.
Una cosa es hacer oposición a todo y cara a un sector de la población un tanto digamos “casposo”, y otra muy distinta es ponerte a cambiar las leyes en base a las tonterías que has dicho antaño una vez llegas al gobierno.
En los últimos días el ministro de justicia, Alberto Ruíz Gallardón, ha comentado en varios foros que pensaba eliminar la posibilidad de que las menores abortasen sin consentimiento de sus padres. Este cambio, que será adecuado o no, realmente no cambiaba la ley en su parte fundamental, que es la ley de plazos. Hasta aquí era todo lógico, se hace un cambio pequeñito para no incumplir con el programa electoral y para parecer coherente con todo lo que has dicho pero no tocas lo esencial porque no tiene sentido.
Sin embargo el otro día en una entrevista en televisión el ministro dijo que pensaba cambiar la ley de plazos por una ley de supuestos como la de 1985. La ley de supuestos del 85, que permitía el aborto bajo los supuestos de violación, malformación del feto o riesgo para la madre, se convirtió tácitamente en una ley de plazos poco rigurosa al acogerse casi todo el mundo al “riesgo psicológico” para poder abortar. Esto de justificar problemas psicológicos si se tenía un hijo se convirtió en un trámite cínico e innecesario y no tenía sentido mantenerlo.
La ley de plazos de 2010 permitía el aborto libre hasta la semana 14, y a partir de ahí sólo se podría en supuestos muy concretos de riesgo vital. Que la semana límite sea la 12, la 14 o la 16 es discutible, pero lo que no parece discutible es que la ley de plazos es más clara, transparente y limpia que una de supuestos que estaba absolutamente desnaturalizada. Además, la ley de supuestos era menos restrictiva que la de plazos más allá de las 14 semanas.
Bueno pues ahora el PP quiere recuperar la ley de supuestos, que seguramente calcarán de la anterior, dejando de nuevo una ley absurda, que no se cumple y que no tiene diferencias sustanciales con la de plazos más allá de imponer en la legislación unos supuestos hipócritas. ¿Esto lo hacen para sentirse bien consigo mismos? Recordemos el profundísimo debate que se tiene en este país con el derecho de la madre a abortar vs el derecho a la vida, que técnicamente genera la misma situación y la misma realidad pero así perdemos el tiempo con debates moralistas y nos despistamos de otras cosas. Porque una cosa sería que el constitucional dijese que no se puede tener una ley de plazos que consagre el derecho al aborto, entonces sería razonable buscar fórmulas legales un tanto rebuscadas para legislar sobre el asunto y ahí sí podríamos entrar a hablar de esto, pero antes de que el constitucional diga nada ponerse a cambiar leyes sobre esencias morales que en realidad no cambian absolutamente nada parece un cachondeo.
¿Lo harán para contentar a sus bases ultra-católicas? ¿O es que son ellos los que quieren buscar el “perdón” de la iglesia o del altísimo en base a estas piruetas? Si es así, primero son unos cínicos y segundo están trasladando sus conflictos morales internos a la legalidad de forma contraria a lo que debería ser un estado aconfesional. La última opción que queda es que se hayan creído su propia propaganda y piensen que esto importa realmente o que están cambiando algo, lo cual sería gravísimo y demostraría que son bastante más incompetentes y/o peligrosos de lo que se suponía.
La otra ocurrencia de los últimos días es la del ministro de educación Sr.Wert, que tiene una cara muy conocida porque era contertulio habitual de estas tertulias que hacen antes de comer, estas en las que se hablan de cosas tan profundas con esos puntos de vista tan independientes y tan poco alineados con los partidos…Bueno, dejemos la ironía.
La cuestión es que el ministro Wert comunicó al congreso su plan para la reforma educativa (una más), y de entre las ideas que expresó, algunas razonables, otras absurdas y la mayoría puro artificio, salió su propuesta estrella: Eliminar la asignatura Educación para la ciudadanía y cambiarla por… ¡¡Educación cívica y constitucional!!
No, no es broma, esto parece que es como cambiar “lengua española” por “lenguaje y literatura española” o “gimnasia” por “educación física”, cambiar el nombre para pasar el rato y parecer que cambias algo cuando no cambias nada. No obstante parece que hay algo más.
Ese algo más es aquello del “adoctrinamiento” que se supone que impartía esa asignatura y que estos señores llevan años denunciando sin haberse leído siquiera la portada de ninguno de esos libros. “Adoctrinamiento” era, como imaginaréis, hablar de la normalidad de familias monoparentales u homosexuales, de educación sexual y esas cosas tan malvadas que sacaron Zapatero y sus ministros de alguna sesión de espiritismo satánico (perdonad la ironía, pero es que con estas críticas del tradicionalismo sectario no puedo).
El ministro Wert se refirió en su discurso a este posible “adoctrinamiento” y dijo que eliminaría esos contenidos conflictivos, dejando entender que el resto se mantendría. ¿Y entonces para qué le cambia el nombre y no se centra simplemente en extirpar algún contenido? Pura y simple propaganda dirigida al sector de la población que solo entiende de palabras huecas.
Me pregunto si los miembros del gobierno se creen realmente eso del “adoctrinamiento” o si es simplemente un servicio a los señores obispos para ganarse su confianza y un guiño al sector más casposo de la sociedad. Si es lo segundo es grave, porque le están dando a la iglesia un papel de influencia que ni puede ni debe tener, pero si es lo primero sería directamente escandaloso.
Dije el otro día en un blog conservador que ministros así iban a hacer buena a Bibiana Aido, o todavía peor, vamos a llegar a pensar que el nivel medio del ministro Español debe ser, por defecto, la tontean.
Si es así, si es porque se han creído su propia propaganda, entonces nos podemos echar a temblar porque las tonterías que ha dicho el PP en la oposición son muchas y variadas. Si en cambio es puro marketing y reparto de prebendas a grupos y sectores afines, entonces todavía peor, es el gobierno al servicio de sus grupos afines y no del ciudadano.
Luego me decís que son muy crítico con el PP y con Rajoy y que nunca le he otorgado ninguna credibilidad. No se la otorgo, es verdad, pero por lo menos pensaba que el gobierno iba a ser más serio y no contralegislaría en base a las tonterías que llevan años diciendo y se concentraría en aplicar servilmente las recetas económicas que les dictan desde Alemania. Pues no, para una vez que les otorgo algo positivo me equivoco. Y luego queréis que les tenga confianza…
Publicado por Pedro en LA REPÚBLICA HETERODOXA
Fuente del Articulo: La república heterodoxa
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