El PP, que criticó con dureza a Zapatero por la misma medida, incumple otra promesa electoral
Habrá subida de impuestos indirectos, con el IVA a la cabeza. Pese a sus continuos desmentidos, el Gobierno va a recurrir a esta medida para intentar cuadrar el hercúleo ajuste presupuestario pactado con Bruselas —pasar del 8,5% al 3% de déficit en dos años—. El ministro de Economía, Luis de Guindos, acaba de anunciar en La Moncloa que en 2013 se modificará “la estructura fiscal” para “reducir cargas e imposición sobre el trabajo e incrementar la imposición sobre el consumo”.
Guindos ha cifrado en 8.000 millones de euros la recaudación extra
que se pretende conseguir con esta medida, una cifra difícilmente
alcanzable sin la subida del IVA. El alza que aprobó el Ejecutivo de
Zapatero en julio de 2010 (del 16% al 18%), duramente criticado entonces por el PP,
aportó a las arcas públicas casi 6.500 millones de euros. Y solo otro
alza del IVA permitiría acercarse al nuevo objetivo de recaudación
confesado por el ministro de Economía. El resto de impuestos indirectos
sobre el consumo, como los recargos al alcohol, a la gasolina o al
tabaco aportan, en conjunto, unos 19.000 millones.
"En términos hacendísticos, hablamos de subida de impuestos
indirectos", sostuvo Guindos que eludió pronunciar una y otra vez la
palabra IVA, pese a las preguntas formuladas en la conferencia de
prensa. No en vano el PP promovió una campaña
contra idéntica medida, aprobada por el Gobierno socialista, hace
apenas dos años. Además, el ministro de Economía ligó esa subida de
impuestos indirectos a la rebaja de cotizaciones sociales, algo que no
hicieron los socialistas. Es decir, que la recaudación tendrá que ser
mayor que los 8.000 millones anunciados para compensar la pérdida de
ingresos que se pueda producir por esta segunda medida.
La subida del IVA a cambio de rebaja en las cotizaciones sociales se ajusta como un guante al recetario más ortodoxo, el que propugnan el FMI o la OCDE. Guindos tiró de ese argumentario para justificar la necesidad de una devaluación fiscal que refuerce la competitividad del sector exterior, única fuente de crecimiento en esta crisis.
El propio Guindos hace cuatro meses desechó la subida del IVA por el riesgo de que agravara la contracción del consumo privado. Hoy, sin embargo sostuvo que los efectos más depresivos del descenso del gasto de las familias se habrían diluido ya en 2013. Pese a todo, el cuadro macroeconómico que ha presentado hoy también el Gobierno avanza que el consumo privado seguirá a la baja el próximo año.
El otro argumento manejado con profusión por el PP antes de las
elecciones generales era que el tipo del IVA seguía por debajo de la
media europea, mientras que las cotizaciones sociales están por encima
del promedio de la zona euro. El impacto de esta última medida depende
de la evolución del empleo -y el Gobierno cree aquí que seguirá cayendo
en 2013-. En todo caso la pérdida de ingresos cogerá a la Seguridad
Social en un momento delicado (el año pasado encajó su primer déficit en
dos décadas), algo sobre lo que el ministro de Economía no se
pronunció. Sí lo hicieron los inversores, que tradujeron con subidas en
la Bolsa, los que las empresas entienden de forma automática como una
buena noticia: la rebaja de los costes laborales.
El ministro de Economía también ha adelantado que habrá un plan de privatizaciones para generar ingresos adicionales que permitan rebajar la deuda pública.El Gobierno confía en estabilizar ese nivel de deuda pública en 2014 por encima del 80%. Y que las medidas de recorte de gasto y subidas de ingresos permitan alcanzar el equilibrio presupuestario en 2016.
El programa de estabilidad, remitido a Bruselas, distribuye a partes iguales entre la Administración central y las comunidades autónomas el ajuste del 5,3% de déficit previsto para este año al 3%. Guindos confía en que la aportación del sector exterior permitirá estabilizar la economía (retrocederá un 1,7% este año), de modo que el PIB avanzaría un 0,1%. También que la tasa de paro cederá algo, para anclarse en el 24%, pese a que seguirá la destrucción de empleo.
Guindos ha cifrado en 8.000 millones de euros la
recaudación extra que se pretende conseguir, una cifra difícilmente
alcanzable sin la subida del IVA
La subida del IVA a cambio de rebaja en las cotizaciones sociales se ajusta como un guante al recetario más ortodoxo, el que propugnan el FMI o la OCDE. Guindos tiró de ese argumentario para justificar la necesidad de una devaluación fiscal que refuerce la competitividad del sector exterior, única fuente de crecimiento en esta crisis.
El propio Guindos hace cuatro meses desechó la subida del IVA por el riesgo de que agravara la contracción del consumo privado. Hoy, sin embargo sostuvo que los efectos más depresivos del descenso del gasto de las familias se habrían diluido ya en 2013. Pese a todo, el cuadro macroeconómico que ha presentado hoy también el Gobierno avanza que el consumo privado seguirá a la baja el próximo año.
El ministro de Economía también ha adelantado
que habrá un plan de privatizaciones para generar ingresos adicionales
que permitan rebajar la deuda pública
El ministro de Economía también ha adelantado que habrá un plan de privatizaciones para generar ingresos adicionales que permitan rebajar la deuda pública.El Gobierno confía en estabilizar ese nivel de deuda pública en 2014 por encima del 80%. Y que las medidas de recorte de gasto y subidas de ingresos permitan alcanzar el equilibrio presupuestario en 2016.
El programa de estabilidad, remitido a Bruselas, distribuye a partes iguales entre la Administración central y las comunidades autónomas el ajuste del 5,3% de déficit previsto para este año al 3%. Guindos confía en que la aportación del sector exterior permitirá estabilizar la economía (retrocederá un 1,7% este año), de modo que el PIB avanzaría un 0,1%. También que la tasa de paro cederá algo, para anclarse en el 24%, pese a que seguirá la destrucción de empleo.
FUENTE: El Pais
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