La comisión de Comercio de la Eurocámara rechaza el acuerdo antipiratería ACTA
Bruselas considera importante conocer el
dictamen del Tribunal Europeo sobre el acuerdo antes de que la
Eurocámara lo vote de forma definitiva
La comisión de Comercio Internacional del
Parlamento Europeo ha rechazado este jueves en un informe, aprobado por
19 votos a favor, doce en contra y ninguna abstención, el acuerdo
internacional contra la piratería en la red (ACTA) y ha recomendado al
pleno de la Eurocámara tumbe el acuerdo definitivamente.
Los eurodiputados socialistas y demócrata, liberales, verdes y del
grupo de la Izquierda Unitaria Europea han votado en bloque en contra el
acuerdo internacional, mientras que los representantes del Partido
Popular Europeo y del grupo de los conservadores y reformistas han
rechazado el informe por entender que se debería esperar a conocer el
dictamen que emita el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE)
sobre la legalidad o no del acuerdo antes de someterlo a votación en
sesión plenaria.
La Comisión Europea remitió a
finales de mayo el ACTA ante tribunal europeo con sede en Luxemburgo con
el objetivo de que se pronuncie sobre si el acuerdo internacional
respeta los derechos fundamentales, en un intento por calmar las dudas y
críticas que ha levantado entre los Internautas europeos.
Bruselas sostiene que ACTA no modifica en nada las reglas europeas o
nacionales de los Estados miembros en lo que se refiere a Internet, sino
que fija un marco a escala internacional para hacer valer fuera de las
fronteras comunitarias las leyes que rigen dentro. "Nada de lo que es
legal dejará de serlo con la entrada en vigor de ACTA y nada de lo que
es ilegal dejará de ser ilegal", recalcan fuentes comunitarias.
Pese a ello, organizaciones de internautas han mostrado preocupación
por las consecuencias de un tratado que, a su juicio, podría impulsar
medidas concretas contra la piratería de películas y música y facilitar
el control estatal sobre la comunicación en Internet
EQUILIBRIO DE DERECHOS
Los principales argumentos de los eurodiputados para rechazar el
acuerdo antipiratería es que no garantiza a su juicio el equilibrio
entre los derechos de propiedad intelectual, la libertad de empresa, la
protección de datos personales y la libertad para recibir o dar
información y critican que los derechos de propiedad intelectual tal y
como los contempla ACTA no responden a las especificidades de cada
sector y ello podría traducirse en incertidumbre para las empresas
europeas.
Las comisiones de Libertades Civiles, de
Industria, Asuntos Legales y Desarrollo del Parlamento Europeo ya habían
rechazado con anterioridad el tratado internacional contra la piratería
ACTA y reclamaron a la comisión de Comercio Internacional, la
competente para pronunciarse sobre el mismo, que también lo rechazara.
El ponente del informe votado este jueves, el eurodiputado socialista
británico David Martin, ha reconocido su "satisfacción" por el rechazo
al ACTA, igual que el eurodiputado de ICV, Raül Romeva, que ha criticado
"los intentos de retrasar la votación y la presión" y ha confiado en
que el pleno vote el acuerdo "antes del verano" para poder "poner fin al
proceso de ratificación de ACTA".
"Gracias a la
movilización masiva de la ciudadanía y las organizaciones de la sociedad
civil, estamos a punto de rechazar definitivamente ACTA. Hoy hemos
avanzado en el rechazo del ACTA y se confirmó que el acuerdo plantea una
grave amenaza para la garantía de los derechos fundamentales", ha
recalcado el catalán, que ha instado a la ciudadanía a no bajar la
guardia y a continuar sus movilizaciones "para que ACTA sea finalmente
enterrado".
El eurodiputado liberal italiano, Niccolo
Rinaldi, ha celebrado el rechazo al ACTA de hoy porque demuestra en su
opinión que "la voz de los ciudadanos cuenta" y ha criticado que la
Comisión Europea firmara el acuerdo sin haber hecho las
"clarificaciones" pertinentes y "un análisis de impacto completo" del
mismo en octubre de 2010.
El eurodiputado alemán
'popular', Daniel Caspary, uno de los ponentes en la sombra del informe,
ha insistido en que hay que curar al enfermo y no matarlo, para
justificar la necesidad de esperar a conocer el dictamen del TUE antes
de que la Eurocámara tome una decisión final sobre ACTA. "Es mejor que
curemos al paciente, no lo matemos", ha defendido.
EN PRINCIPIO, EL ACUERDO SE VOTA EN PLENO EN JULIO
El pleno de la Eurocámara tiene "en principio" previsto someter a
votación el acuerdo antipiratería el próximo 4 de julio en Estrasburgo,
según consta en la agenda provisional del orden del día del pleno.
La decisión definitiva sobre si va al pleno o no finalmente se sabrá el
próximo jueves, una vez lo decidan el presidente del Parlamento
Europeo, Martin Schulz, y los líderes de los distintos grupos
parlamentarios en el marco de la Conferencia de Presidentes preparatoria
de las sesiones plenarias.
Los 'populares' y
conservadores en la Eurocámara están intentado presionar para que se
retrase la votación en el pleno, pero "una mayoría" de líderes de grupos
se muestra a favor de votarlo ya en julio, algo que no se sabrá de
forma definitiva hasta el próximo jueves, según han explicado fuentes
parlamentarias.
Si se somete a votación en el pleno,
distintas fuentes parlamentarias, dan por hecho que ACTA será tumbado
definitivamente, teniendo en cuenta el rechazo "en bloque" de la mayoría
de los partidos con representación en la Eurocámara.
Para su entrada en vigor, el acuerdo ACTA necesita ser ratificado por
al menos seis de las partes que lo han negociado, entre ellos Estados
Unidos, Australia, México, Marruecos y Japón. En el caso de la Unión
Europea, deben firmarlo y ratificarlo cada uno de los Estados miembros y
la UE por tratarse de un acuerdo que abarca competencias nacionales y
comunitarias y debe ser ratificado también por la Eurocámara.
El Ejecutivo comunitario ha insistido este jueves en que considera "una
obligación" remitir el asunto al tribunal europeo teniendo en cuenta
"las preocupaciones de los ciudadanos sobre el impacto en los derechos
fundamentales" que tendrán el tratado antipiratería y considera que
importante que la Eurocámara "tenga en cuenta" su dictamen "antes de que
voten" en pleno, que podría emitirse en un plazo de "entre 18 meses o
más", el tiempo "normalmente requerido" por el tribunal para analizar
"este tipo de caso", ha explicado el portavoz comunitario de Comercio,
John Clancy en rueda de prensa.
Bruselas "respeta"
en todo caso la competencia de los eurodiputados para fijar su propia
agenda y decidir si someten o no a votación el acuerdo ya en junio.
"Compete al Parlamento fijar su propia agenda. Les compete decidir a
ellos", ha explicado el también portavoz comunitario, Olivier Bailly.
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