Diez verdades que ni Rajoy ni Rubalcaba reconocerán en público
Los políticos dicen más verdades en lo que callan que en lo que hablan. Sus gestos, sus insinuaciones y sus silencios interesan más que sus discursos. Esta semana estamos comprobando la verdad de mi aserto. La sesión de control de hoy en el Congreso, en la que Rajoy y Rubalcaba se han mostrado tan proclives al cacareado consenso, revela unas cuantas verdades inconfesables. Me salen por lo menos diez. A saber:
1. Que los mercados no son de derechas, sino de la pasta gansa. Más de un ingenuo pensaba que la macroeconomía dejaría de amargarnos el desayuno tras el cambio de gobierno. Pues no. Los mercados sólo reconocen el color de los billetes, sean estos azules o rojos.
2. Que España ha perdido la capacidad de maniobra a tal punto que el centro de atención informativa se ha desplazado de Madrid a Bruselas; lo cual también explica que la comunicación de este gobierno en crisis sea francamente mejorable. En España no manda solo el Gobierno Rajoy. Es más, cada vez manda menos.
3. Que a consecuencia de los puntos 1 y 2, Rajoy ya sabe que esta crisis tiene suficiente fuerza como para acabar con su propio gobierno, por muy bienintencionado que éste se muestre. Rubalcaba ya lo sabía por experiencia propia en el Ejecutivo anterior. Ahora se ha enterado también el líder del PP.
4. Que ningún plan de ayuda externa a España llevará el mismo nombre que los recibidos por Irlanda, Portugal o Grecia. Pero, mutatis mutandi, implicará lo mismo: pérdida de soberanía. No lo calificarán de “rescate” para no asustar a los mercados, pero sus consecuencias serán similares.
5. Que no hay final previsible de la crisis. ¿Se acuerdan de lo que decía Zapatero hace tres o cuatro años? Brotes verdes, luz al final del túnel, para después de primavera… pues no. Ni entonces ni ahora. Oiremos que a finales de 2013 crearemos empleo. Tras cuatro años largos de crisis, con los indicadores como están, todo el mundo ignora si esto durará dos años más, cinco o diez. También lo desconocen Rajoy y Rubalcaba.
6. Que esos mismos números indicadores prevén que a finales del año contaremos seis millones de parados, sin descartar que este número crezca en los años próximos. Ya lo decía Churchill: “toda mala situación es susceptible de empeorar”.
7. Que PSOE y PP tienen mucho que perder si se investiga realmente lo que ha ocurrido en las cajas; la crisis económica podría degenerar en una crisis política mayúscula. Eso explica, entre otras cosas, que el silencio de Miguel Angel Ordoñez haya sido deliberadamente buscado y acordado.
8. Que el pacto antes mencionado no obedece a la responsabilidad de los dos principales partidos políticos, sino a la debilidad de una oposición débil y un gobierno impotente. Sólo han hecho de la necesidad virtud.
9. ¿Alguna buena noticia? Sí, que el saneamiento de la banca repercutirá en una bajada del precio de los pisos. Lo malo es que los jóvenes no tendrán crédito para comprarlos, pues la mitad de ellos están desempleados.
10. Que necesitamos como agua de mayo una victoria de España en la Eurocopa. ¿Frivolidad? En absoluto. El ánimo es la gasolina de la resistencia. Y como decía Cela, “quien resiste, vence”.
Fuente
lainformacion
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